“Después de que te robaron, ¿no te quedaste con ese miedo...?”
Me lo preguntó todo el mundo cuando conté que me asaltaron: si no me quedé con el miedo.
Repasé mil veces la escena del robo en mi cabeza; es inútil, no me acuerdo de todo. Vi un cuchillo, pero tal vez no. El buzo de la ladrona era gris, aunque no estoy segura. Tenía el pelo enrulado atado en una colita y no aparentaba más años que yo. La voz me la acuerdo y también que me dijo “pelotuda”, me quedó sonando.
¿Y lo otro, la sensación? No sé si fue el temblor en la voz, los ojos abiertos y fijos o tal vez el hecho de que no me tocó un pelo. Capaz que fue cuestión de empatía, de que era joven o de que era mujer. Capaz que justo tenía esos ojos que cuentan historias. O capaz que, simplemente, se le notaba.
“¿Y? ¿Te quedaste con el miedo?”
Sí. Me quedé con el miedo que reflejaba la piba que me robó.
espectacular,como siempre :)
ResponderEliminarUh, me encanta esto que escribiste.
ResponderEliminarSaludos (: